La tasa de inflación en Estados Unidos volvió a subir este mes de marzo hasta el 3,5%, una subida que confirma la visión de la Reserva Federal (Fed) de que no será fácil doblegarla hasta el 2% y que podría retrasar las bajadas de los tipos de interés.
La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés) de Estados Unidos informó este martes de que los precios de consumo subieron cuatro décimas con respecto a febrero, el mismo aumento que registraron un mes antes.
Mientras, la inflación subyacente (sin energía ni alimentos frescos), dato clave que analiza la Fed para tomar sus decisiones sobre tipos de interés, se mantuvo en términos interanuales en el 3,8% y en términos mensuales subió cuatro décimas.
La mitad de la subida de los precios se debió a los índices de vivienda (que registró una subida mensual de cuatro décimas y acumula un alza interanual del 5,7%) y de la gasolina (un alza mensual del 1,7% e interanual del 1,3%).
El índice energético en su conjunto subió un 1,1% durante el mes y acumula un alza interanual del 2,1%, mientras que los alimentos subieron una décima en marzo con respecto a febrero y el 2,2% interanual.