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**Médico estafa la Bolsa de Londres con falso acuerdo en Chile.**

La empresa **Construcciones Ecológicas**, liderada por el Doctor Etrur Albani, proclamó haber alcanzado un **pacto** de gran envergadura, valorado en millones, para levantar 20,000 **hogares subvencionados** en territorio chileno. 


No obstante, la **Secretaría de Estado de la Vivienda** **refutó** categóricamente la existencia de dicho **convenio**, exponiendo que la **corporación** carece de las **licencias** necesarias para llevar a cabo **edificaciones** dentro del país. Se ha **asociado** a Construcciones Ecológicas con **arreglos ficticios** anteriores, incluyendo uno en la República Dominicana. Albani, originario de Kosovo, ha estado **implicado** en **polémicas** y **acusaciones** de **engaño** en su nación de origen.

Una ilusión de 420 millones de euros. Eco Buildings PLC informó de un trato para construir miles de viviendas sociales en Chile y sus acciones se dispararon en la Bolsa de Londres. Un acuerdo que, en realidad, nunca existió. Detrás de la jugada aparece el CEO y cofundador de la firma, el doctor Etrur Albani, quien ascendió recién el mes pasado al máximo puesto directivo y ha logrado septuplicar el valor de las acciones a punta de comunicados. Este episodio, en todo caso, no es la primera carta sacada de la manga por Albani y su compañía: ya el año pasado habían hecho lo mismo con República Dominicana.

–Imagina una línea de producción totalmente digitalizada. En lugar de 17, 16 personas para producir un muro como antes, ahora con cuatro producimos seis casas al día.

El doctor Etrur Albani hablaba con confianza. Apenas unas horas antes, Eco Buildings, la compañía que él dirigía, había anunciado en la Bolsa de Londres un multimillonario acuerdo para construir 20 mil viviendas sociales en Chile. Mientras daba aquella entrevista para un canal de inversores, su rostro pixeleado de barba alargada y anteojos rectangulares con marco oscuro transmitía un aura de tranquilidad, serenidad. Ese aire de los que tienen 400 millones de euros en el bolsillo.

–Chile necesita cerca de 400 mil casas. El presidente Boric ha prometido construir 300 mil. Y aquí es donde llegamos nosotros con la velocidad –explicaba Albani, mientras enfatizaba con las manos–. Porque todo en nuestra tecnología es como un Lego. Listo para usar, por decirlo de alguna manera.


El acuerdo representaba un logro impresionante para él, que había asumido recién hacía un mes como director ejecutivo de la compañía.

Pero al día siguiente se reveló el espejismo. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) informó a BioBioChile, mediante un comunicado, que el acuerdo simplemente no existía.

Y aunque la compañía ha insistido con dos aclaraciones públicas, la realidad es que la firma no cuenta con las autorizaciones necesarias para construir viviendas sociales en Chile.

Si bien el caso había quedado al descubierto en Chile, los peces ya habían picado. Las acciones de Eco Buildings PLC (ECOB) se dispararon apenas abrió la bolsa el martes 21 de octubre, cuando se realizó el anuncio, alcanzando un alza de 113% a las 10:40 hora local.

No era el primer truco de Eco Buildings ni del doctor Albani. De acuerdo a información recopilada por Bío Bío Investiga, la compañía implementó el mismo modus operandi en 2024, instrumentalizando una visita del ministro de Vivienda de República Dominicana a su fábrica para anunciar un acuerdo falso con aquel gobierno.

Albani, por su parte, es una figura controvertida en su país de origen, Kosovo. Una compañía fundada por él presentó una reclamación al gobierno por 195 millones de euros en 2019. La disputa –según un reportaje publicado en un medio local– podría ser un invento del mismo Albani con ayuda de su familia para obtener dinero del fisco.

Al mando de una empresa pública

Etrur Albani no siempre ha sido Etrur Albani. El director de Eco Buildings nació como Etrur Rrustemi cuando aún no se disolvía Yugoslavia. Luego de haberse doctorado en telecomunicaciones en la Universidad South Bank de Londres entró en 2003 a la compañía de Correos y Telecomunicaciones de Kosovo, como gerente de Planificación Estratégica.

Por ese entonces, su hermano Naim Rrustemi era diputado del Partido Democrático de Kosovo (PDK), establecido tras la Guerra de los Balcanes por un grupo que había liderado el país durante la contienda. Debido a ello y a su posición en la empresa pública, Etrur era considerado como un hombre del PDK, una tienda con extensa influencia en las compañías del Estado.

Así llegó en 2006 al cargo de director gerente, máximo responsable de la empresa. Ya a esas alturas el PDK estaba envuelto en múltiples escándalos de corrupción, que también tuvieron bajo investigación a la Compañía de Correos y Telecomunicaciones, y Etrur duró sólo algunos meses al mando.

Tras salir de la estatal cambió su apellido por Albani y en 2011 fundó en el Reino Unido la compañía Fox Marble Limitada, dedicada a la explotación y tratamiento del mármol. Esta fue la firma que presentó en 2019 la reclamación al gobierno kosovar por 195 millones de euros, luego de haber llegado a un trato con dos empresas que poseían derechos de extracción en la cantera de Malesheve y que estas posteriormente se desistieran.

Sin embargo, el periódico digital Koha reveló dos años después que las sociedades arrepentidas estaban dirigidas por dos hermanos de Albani, Naim e Ilir Rama. O sea, todo pudo haberse tratado de un ardid para aprovechar las protecciones a la inversión extranjera y estafar al Estado kosovar.

Aunque Etrur Albani se defendió, afirmando que había dejado Fox Marble en 2016, Koha descubrió que todavía aparecía en sitios especializados en el mercado bursátil como accionista.

Es más, en 2023 Fox Marble realizó la adquisición inversa de Eco Buildings Ltd. La compañía resultante fue Eco Buildings PLC, que pasó a contar con el doctor Albani como vicepresidente ejecutivo.

Un escándalo en el Caribe

Carlos Bonilla Sánchez recibió una invitación interesante para noviembre de 2024. El ministro de Vivienda, Hábitat y Edificaciones de República Dominicana había sido convidado a visitar en Albania la fábrica de la empresa Eco Buildings, especializada en construcciones modulares, por un exembajador norteamericano.

Según dijo después, su idea al aceptar había sido evaluar un nuevo método constructivo como ingeniero civil, pero en ningún caso hacer acuerdos de compra.

Sin embargo, la presencia de Bonilla en sus cuarteles era toda la leña que Eco Buildings necesitaba. Una semana después de la visita, el 19 de noviembre, la compañía anunciaba al mercado una carta de intención de República Dominicana para adquirir 10 mil casas por 237 millones de dólares.

Dos días después, la prensa local desmentía totalmente el acuerdo, con las declaraciones del propio ministro y de Gramma Constructora SRL, empresa que había sido señalada como socia clave en el país por Eco Buildings.

Si bien desde la compañía dominicana aclararon que Eco Buildings sí se había contactado con ellos seis meses antes, aseveraron que no habían “formalizado ningún acuerdo” ni “discutido montos o cotizaciones”.

Por su parte, el ministro aseguró que no había tenido contacto con Gramma y que su viaje había sido con la idea de informarse: “Yo fui para ver el método con el que ellos construyen, para analizar cómo nosotros como país nos actualizamos”, aseveró, según RDÉ Digital.

Aunque la prensa dominicana consignó que las acciones de ECOB habían subido un 24%, en los días siguientes perdieron todo el alza.

La era Albani

Luego de un par de años con vicepresidente ejecutivo y con las acciones en 3,3 libras, Etrur Albani asumió el 5 de septiembre pasado el cargo de CEO de Eco Buildings PLC. Rápidamente la compañía comenzó una serie de anuncios que dispararían el precio de las acciones.

Así, el 7 de septiembre la firma comunicó la formalización de una empresa conjunta para el desarrollo de un programa de 5 mil viviendas en Senegal con un pago inicial de 1,75 millones de euros. El 8 de octubre la venta de una casa de exhibición en Canadá –un “hito estratégico”, celebraba el comunicado–. Y el 14 del mismo mes un acuerdo para una empresa conjunta en Sudán, con el compromiso de 5 millones de euros de financiamiento local.

Para el 20 de octubre las acciones ya habían cuadruplicado su valor en poco más de un mes, alcanzando las 13,4 libras. Y el martes pasado llegó el anuncio mayor: 420 millones de euros desde Chile. O sea, 460 mil millones de pesos chilenos, a $22 millones cada casa.

Según detalló la compañía, se trataba de un contrato que se prolongaría por siete años y que contaría con un primer pago de 12,75 millones de euros por el 50% del valor de 607 casas. Además, la compañía instalaría una línea de producción durante 2026 para entregar un servicio eficiente.

“Asegurar nuestro primer proyecto en Latinoamérica representa un hito importante para Eco Buildings y demuestra la escalabilidad de nuestra revolucionaria tecnología en nuevos mercados. Chile ofrece un sólido marco regulatorio y una puerta de entrada estratégica a la región”, comentó Etrur Albani en el comunicado oficial.

Eco Buildings apunta a entidad patrocinante

Aunque al día siguiente desde el Minvu desmintieron el acuerdo tras ser consultados por BioBioChile, las acciones de Eco Buildings lograron sostenerse en la Bolsa de Londres en alrededor de las 24 libras.

Ese día la empresa emitió una primera aclaración sobre el comunicado que, en todo caso, no buscaba desmentir el acuerdo. La compañía indicó al mercado que en el primer informe había existido un error respecto al supuesto primer pago que, en verdad, sería por el 50% de 1.214 casas, no 607.

En consecuencia, la compañía hizo caso omiso del desmentido del Minvu hasta el viernes en la mañana, cuando publicaron un comunicado con una “actualización sobre las operaciones en Chile” en respuesta a “consultas de inversionistas y comentarios en línea”.


En él de nuevo no negaron la existencia del acuerdo. Esta vez aseguraron que este en realidad no se había firmado con el Gobierno, sino con una entidad de gestión inmobiliaria (EGIS). Estas son las organizaciones que acompañan a los comités de vivienda en sus procesos de postulación, y que por lo tanto tienen un rol en las propuestas técnicas de los proyectos y la selección de las constructoras.

El acuerdo de Eco Buildings en Chile es con E.P. Solhabit Ltda., una EGIS plenamente autorizada y acreditada, autorizada para participar en el programa nacional de vivienda social de Chile”, afirmó la compañía.

Minvu insiste en que no hay acuerdo

Sin embargo, consultados por Bío Bío Investiga, desde División Técnica del Minvu explican que lo anunciado no tiene ningún sentido. Simplemente Eco Buildings no ha logrado aún la aprobación de su sistema constructivo para ser usado en viviendas sociales en Chile y, por lo tanto, no puede participar de proyectos gubernamentales.

“La empresa (…) presentó en junio de este año los antecedentes necesarios para la certificación de un Sistema Constructivo No Tradicional (SCNT), los cuales se encuentran actualmente en revisión por parte de la Ditec. Cabe señalar que los SCNT (…) deben contar previamente con esta certificación. Asimismo, es importante precisar que esta aprobación no implica la existencia de contrato alguno, ni habilita una vinculación directa con el desarrollo de futuros proyectos”, añadieron de la Ditec.

Además, el Minvu descartó cualquier viaje a la fábrica de la compañía en Albania, como ocurrió en el caso de República Dominicana.

La Unidad de Investigación de Bío Bío escribió a Solhabit, una entidad patrocinante con sede en Melipilla, pidiendo una versión sobre su relación con Eco Buildings. No hubo respuesta hasta el cierre de esta edición.

De acuerdo al ministerio, la solicitud para la aprobación del sistema constructivo la realizó más bien Eco Zenova Internacional, compañía española que distribuye los productos de Eco Buildings.

La firma pertenece a Zenova Group PLC, cuyos valores también se transan en la Bolsa de Londres. Esta posee algunos de los mismos dueños y directores que Eco Buildings, incluido Etrur Albani.

La operación real en Chile

En Chile hay registro público de al menos un modelo de Eco Buildings edificado. La compañía informó en marzo que se estaban construyendo dos casas piloto en Melipilla y otra en la región de Valparaíso.

Respecto a esta última, se trata de un modelo levantado por Eco Zenova con el apoyo del Grupo Zubiaurre en Villa Alemana, que se puede observar en un video publicado en YouTube por la compañía chilena.

“Nuestra empresa se dedica a hacer un panel industrializado a base de yeso y fibras de vidrio, lo que le da unas propiedades únicas en el mercado por rapidez y costos. Somos capaces de montar una casa de 50 metros cuadrados en aproximadamente tres horas”, menciona en el registro Gabriel Coll Abrinas, vicepresidente ejecutivo de Eco Zenova Internacional.

Los representantes de la compañía han participado en reuniones con el Minvu a propósito de la tramitación de su sistema. Según el registro de la Ley de Lobby, en junio del año pasado Susana Jara, del Departamento de Tecnologías de la Construcción de la Ditec, recibió a un grupo encabezado por la administradora pública Luisa Becerra Fredes, quien actuó en representación de Eco Zenova.

Contactada por la Unidad de Investigación de Bío Bío, la lobista confirmó que trabaja para la compañía. Becerra recalcó que no sabía nada respecto al acuerdo anunciado por Eco Buildings y que estaban a la espera de la aprobación por parte de la Ditec.

“Yo estoy sólo en el proceso de certificación. Aparentemente, estaría lista este mes o el próximo”, aseguró Becerra. “El CEO [Albani] nos dijo que si está todo está certificado durante este mes ya se podría venir la línea de producción en unos meses más”, añadió. Becerra detalló además que el mismo Albani podría venir a Chile a revisar los avances.

La Unidad de Investigación de Bío Bío intentó obtener una versión directamente de la sede central de Eco Buildings PLC, pero no hubo respuesta.

Comunicados más, comunicados menos, lo cierto es que hasta ahora ningún acuerdo ha sido cerrado pese a lo informado ante la Bolsa de Londres y pese a la explosión bursátil.